martes, 20 de abril de 2010

Acuerda el ALBA consolidar soberanía y avanzar hacia el socialismo

Acuerda el ALBA consolidar soberanía y avanzar hacia el socialismo

20 ABRIL 2010 3 COMENTARIOS

Venezuela: IX Cumbre del ALBALos países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) acordaron en Venezuela consolidar su integración y soberanía en aras de la construcción del camino hacia el socialismo.

Como colofón de la IX Cumbre del bloque fundado en 2004, celebrada en la capital venezolana, los jefes de Estado y Gobierno de Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela ratificaron esos objetivos mediante el documento titulado “Manifiesto de Caracas Consolidando la Nueva Independencia”.

Según la declaración del foro, los esfuerzos del ALBA están motivados por las luchas independentistas iniciadas hace 200 años, y por la voluntad y el legado de sus próceres.

A través del texto, los dirigentes consideraron que el logro de las metas trazadas pasa por alcanzar la justicia plena y liberarse del intervencionismo extranjero y la sumisión a mandatos imperiales.

También plasmaron la decisión de continuar promoviendo la defensa de los derechos humanos, el medio ambiente y la construcción de una base económica independiente, desarrollada y socialista con el Sucre (instrumento de pagos), las empresas grannacionales y el Banco del ALBA, entre otras iniciativas. El documento refleja además la voluntad de constituir los países del ALBA como un espacio de igualdad, bienestar social y superación de la pobreza.

Para capitalizar tan ambicioso proyecto social, las ocho naciones acordaron potenciar los programas de salud, educación y atención a discapacitados.

En el Manifiesto de Caracas quedó clara la necesidad de impulsar desde los gobiernos la articulación de los movimientos sociales y la instalación del Consejo de Movimientos Sociales, previo establecimiento de los capítulos nacionales en cada país.

La declaración conjunta insta a concertar acciones políticas encaminadas a denunciar la hipocresía y el doble rasero mostrado en las relaciones internacionales por Estados Unidos y algunas naciones europeas.

Mediante el Manifiesto, se fijó la convocatoria a la Cumbre ALBA-TCP con autoridades indígenas y afrodescendientes, prevista en Imbabura, Ecuador, los días 3 y 4 de junio próximo.

También destacaron la decisión de crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y ofrecieron su apoyo a Venezuela como sede en 2011 de una cumbre para materializarla.

(Con información de Prensa Latina)

jueves, 8 de abril de 2010

El Socialismo del Siglo XXI que tiene como Líder e Ideólogo a Nuestro Presidente Hugo Rafaél Chávez Frías.

(Venezuela Antes de Chávez, Venezuela después de Chávez y podríamos llamar a la Venezuela Actual Aún Con Chávez...)


El Socialismo del Siglo XXI solo va a ser Posible en una Sociedad Venezolana Culta. El Capitalismo Controla por la IGNORANCIA A SU GRUPO, incapaces de pensar por sí mismos, dependen totalmente de sus medios facistas de Comunicación y repiten como loros lo que oyen, no tienen ideología propia, lo que al Chavismo nos sobra a ellos les falta; tanto es que ni Lider Político tienen DESDE QUE CHAVEZ ESTA EN EL GOBIERNO PUEDEN CREERLO!!!?? 11 largos años y aún no tienen un Líder solo tienen a sus Dinosaurios de siempre y sus líderes los tienen en el exterior que tal?

En once años de gestión por parte de Nuestro Presidente Chavez se han realizado infinidad de OBRAS que favorecen a Todo el Pueblo Venezolano, sin exclusión de ningún tipo. En la Venezuela antes de Chavez se tenía excluidos a los pobres, a los indígenas en resúmen la mayoría del pueblo Venezolano; nunca se preocuparon por la educación, por la salud ni por el Desarrollo de nuestro país. Podemos hablar entonces de una Venezuela antes de Chavez y de una Venezuela después de Chávez. La lucha en nuestro país en los once años se ha caracterizado por ser dura debido al rechazo de una oposición de ultraderecha, fascista, llena de odio y podría decir que de envidia porque en cincuenta años que gobernaron a Venezuela la dejaron en una total destrucción. Las Reservas internacionales las dejaron en menos de 8 mil millones de dólares, en otras palabras no teníamos reservas, el Presidente Chavez recibió a una Venezuela Hipotecada, practicamente vendida a intereses extranjeros, además con varias privatizaciones y tenían como meta Privatizar a PDVSA, la educación y pare de contar.

En la IV República se dió el llamado Pacto de Punto fijo. El 31 de octubre de 1958, se firmó en la Quinta "Punto Fijo", propiedad de Rafael Caldera, el acuerdo entre AD, COPEI y URD, siendo excluido el PCV (Partido Comunista Venezolano). Los signatarios del Pacto de Punto Fijo se comprometían a actuar conjunta y solidariamente en torno a tres aspectos:

1- Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral: se explica allí que, cualquiera que fuese el partido que ganase las elecciones, los otros dos opondrian al uso de la fuerza por cambiar el resultado;

2- Gobierno de unidad nacional: se formaría un gobierno de coalicion y ninguno de los tres partidos tendria la egemonia en el gabinte ejcutivo;

3- los tres partidos se comprometían a presentar ante el elector 1 programa mínimo común.

El respeto al Pacto de Punto Fijo, por parte de los firmantes, permitió que se realizaran las elecciones del 7 de diciembre de 1958, resultando electo Presidente de la República, Rómulo Betancourt. Sin embargo, a fines de 1960 URD abandonó la coalición de gobierno, lo que posteriormente daría paso al Bipartidismo AD-COPEI, el cual caracterizaría al sistema de partidos venezolano hasta 1993.
Durante ese tiempo reprimían al pueblo y a los líderes populares, durante los llamados gobiernos del Pacto de Punto Fijo. Les fue allanada la inmunidad parlamentaria a un grupo de parlamentarios de izquierda y fueron a parar a prisión.

El Presidente Hugo Chávez en su Programa Nro 184 de Aló Presidente recordó la época de la llamada “democracia”, de persecución y torturas que impusieron los gobiernos puntofijistas, y la comparó con el estado de derecho actual. En realidad fué la época de la llamada “democracia”, de persecución y torturas que impusieron los gobiernos de Punto Fijo de Acción Democrática, Copei y sus derivados.
Exactamente donde se llevó a cabo el Aló Presidente fue en La Isla del Burro que se ubica en el centro sur del Lago de Valencia, donde funcionó en la década de los años 60, un centro de torturas, de reclusión de prisioneros políticos que cumplieron condena por defender ideales de luchas revolucionarias. Aseguró el Presidente que actualmente las condiciones han cambiado para bien de todos los venezolanos y recordó que estar preso en ese entonces “era también estar sujeto a ser secuestrado cualquier día y desparecido, lanzado al mar, como lanzaron a Alberto Lovera. No tenía precio la vida”. Lo antes expuesto sirve para recordar como era Venezuela Antes de Chavez. Gracias a Dios todo eso quedó en el Pasado NO VOLVERAN!!! El pueblo los sacó mediante votación y apoyando al Verdadero Líder que Tenemos actualmente en Nuestro País Venezuela. Aún no logro entender como existen Dinosaurios de AD y COPEI tratando de volver a gobernar nuestro país, engañan a una mínima parte del Pueblo Venezolano por eso digo que su ceguera se debe a los medios fascistas de Comunicación que son los que le hacen oposición al Presidente Chavez quien lucha contra viento y marea, al lado de todo un pueblo que lo apoyamos y la meta es nunca permitir que los restos que quedan de esos gobienrnosvuelvan, serán enterrados poco a poco cada vez que tengamos elecciones. No podemos Construir el Socialismo del Siglo XXI abandonando la lucha que durante estos once años hemos batallado el pueblo, los militares que también son nuestro pueblo al lado de Nuestro Comandante Hugo Chávez. No podemos retroceder queremos a una Venezuela con un Pueblo que lucha a diario por crecer en todos los aspectos, en otras palabras está prohibido fallar; de allí la propuesta de Unirnos cada vez más dejando atrás todos aquellos que quieran salirse de las filas de Nuestro actual gobierno, que nos dejen en paz, para organizarnos no solo los Venezolanos sino todos los Pueblos Latinoamericanos con su apoyo Venceremos!!! Venezuela Unida con todos los Paises Latinoamericanos llegaremos a Ser una Potencia rumbo a consolidar el sueño de Bolívar, Fidel Castro y Chávez que es nuestro mismo Sueño. Consolidando así el Socialismo del siglo XXI.

La Venezuela después de Chavez nos es puro cuento, la Demostramos facilmente con hechos y para no alargar más el Tema les dejo los enlaces para que disfruten de la Venezuela después de Chávez y podríamos llamarla la Venezuela Actual Aún Con Chávez...

Enlace de mi sitio web:
oraciones.com.ve
http://sites.google.com/site/oracionesydecretos/lo-que-si-hace-el-presidente-chavez-en-venezuela

AuthorStream
http://www.authorstream.com/MyUploaded-Presentations/All


Lic. Mercedes Useche.

Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI.


Heinz Dietrich.
Instituto Municipal de Publicaciones. Alcaldía de Caracas,
Caracas, Venezuela. Julio 2005.


Heinz Dietrich, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UNAM), Doctor en Ciencias Sociales y Económicas en la RFA, presidente del Foro por la Identidad de América Latina, columnista de importantes diarios y revistas; en fin un hombre de las ciencias sociales, nos presenta el libro «Hugo Chávez y el Socialismo de Siglo XXI», con el cual pretende dar cuenta de un planteamiento en pleno desarrollo que pretende establecer un diálogo con el lector, invitándolo a incorporarse a la construcción ya no de un sueño, sino de nuevas realidades basadas en la existencia fáctica de un gobierno de nuevo tipo, que ha recogido y ha tratado de sintetizar 2000 años de propuestas de un mundo más humano, desde Jesucristo y los primeros cristianos, hasta el Che Guevara, pasando por Bolívar, Simón Rodríguez, los socialistas utópicos, los llamados socialistas científicos, la experiencia cubana, la experiencia frustrada de Allende, Mahatma Gandi, el socialismo de Nasser y Kadafi y todas las experiencias latinoamericanas y mundiales que han dado importantes aportes al cúmulo de conocimientos que forman parte del patrimonio de a humanidad en materia de emancipación social y que en este siglo XXI que comienza pueden hacerse realidad. El libro no trata de utopías, pues se han creado condiciones objetivas para que las ideas decantadas a través de 20 siglos de luchas sociales libradas por la humanidad, entren en escena de la mano del presidente Chávez y el pueblo venezolano como una posibilidad real y concreta. El libro contiene 220 páginas y comienza ubicando a Hugo Chávez en el contexto de las ideas y personajes que han inspirado el socialismo: el cristianismo, Simón Rodríguez, Carlos Marx, la teoría clásica del socialismo y los aportes de los grandes pensadores al socialismo de hoy. Como aspecto de interés para los académicos, el libro toca el papel de la ciencia, la tecnología, la comprensión de los 198 fenómenos sociales y los aportes de la investigación académica para conocer la realidad y transformarla. Revista Venezolana de Economía Social / ISSN 1317-5734
Año 5, Nº 10 (2005). Pp. 197-200
Por otra parte, el libro habla del agotamiento del modelo de apropiación capitalista como incapaz de resolver las necesidades fundamentales de la humanidad en el siglo que comienza. Se plantea la importancia de analizar la sociedad como un sistema complejo que necesita del auxilio de la ciencia y la tecnología para su transformación y en particular hace énfasis en que el desarrollo alcanzado en la actualidad por la ciencia y la tecnología, hacen posible no sólo entender mejor la sociedad, sino que ha generado grandes posibilidades para transformarla.
Otro aspecto tratado en el Libro de Dietrich es la relación existente entre el Proyecto Histórico de Marx y la democracia participativa, la necesidad de establecer una economía de equivalencias basada en la equiparación del trabajo empleado para producir un bien o un servicio y cómo el desarrollo alcanzado por las tecnologías de información y computación hacen posible una economía equivalente entre los países y sistemas sociales para configurar el socialismo. No escapa a los temas tratados el asunto clave de la transición entre el sistema de dominación capitalista y el socialismo del siglo XXI, aquí se esboza un programa latinoamericano de transición hacia el nuevo socialismo, tomando en cuenta la realidad actual y los pasos que ha venido dando el presidente Chávez en la conformación de un bloque regional de poder, el papel que en un nuevo proyecto de socialismo tienen los empresarios, los movimientos sociales y los intelectuales. Finalmente, el libro analiza la situación mundial y las debilidades que presenta el sistema de dominación capitalista que hacen posible el Socialismo del siglo XXI. Cierra el libro intentando involucrar al lector, al plantear como interrogante ¿Cómo participar en el Nuevo Proyecto Histórico? Como corolario del libro podemos decir, que no ha resultado para el mundo sorpresa alguna Hugo Chávez se haya declarado socialista y que haya proclamado el «Socialismo del Siglo XXI» como el modelo de sociedad que deberá construirse para Venezuela y el mundo; ya sus detractores desde Washington hasta los confines del globo se habían encargado de ubicarlo como socialista y portador de un pensamiento radical que, lejos de abjurar para congraciarse, Hugo Chávez asume la condición de socialista, pero se cuida de caer en el lugar común que sus amigos y detractores pretenden endilgar. Es así como plantea que el Socialismo del Siglo XXI es mucho más que todo lo escrito hasta el momento, es la síntesis de 20 siglos de utopías y experimentos que se presentan como una carta de navegación que se va construyendo al andar. Reseña Revista Venezolana de Economía Social / Año 5, Nº 10 (2005) /199 Le queda al lector establecer un diálogo con este libro y con este proyecto nunca acabado y en pleno desarrollo, que convoca a intelectuales, a los investigadores de las ciencias sociales a ser parte integral de la construcción de un proyecto que admite la discusión, el debate, el aporte de otros puntos de vista y que ha considerado que el conocimiento científico, que las construcciones y propuestas teóricas de las ciencias sociales, de una nueva economía solidaria, del desarrollo endógeno, de la ecología y el ambiente para un desarrollo sustentable, en fin el conocimiento útil tiene cabida en una propuesta de sociedad para el siglo XXI. Bienvenidos todos…
Nelson J. Pulido Mora.
MSc. En ciencias políticas.Investigador de Humanic – ULA.Coordinador del Programa de Promoción y Difusión de la Investigación del CDCHT – ULA.
E-mail: pulidon@ula.ve
Pp. 197-200

El socialismo del siglo XXI: notas para su discusión


Atilio Borón
Defensadelahumanidad.cult.cu


El propósito de esta ponencia es aportar algunos elementos para la discusión sobre el socialismo del siglo veintiuno. El tema, no por casualidad, está siendo objeto de una intensa y creciente discusión. Si hacemos una rápida consulta al Google y miramos el número de páginas existentes, a finales de Julio de 2008 sobre el "Socialismo del siglo XXI" veremos que aparecen listadas aproximadamente más de 1.200.000 páginas que responden a dicho título.
Dado el volumen de la bibliografía existente nos limitaremos a examinar algunas ideas que nos parecen centrales y que quisiéramos dejar como aporte para un futuro trabajo de elaboración colectiva. No tienen pretensión alguna de exhaustividad sino que, por el contrario, deben ser comprendidas como una parcial contribución a un debate en curso tendiente a lograr una definición cada vez más precisa del horizonte socialista de las luchas emancipatorias de nuestra época.


Abordaremos esta reflexión a partir de una distinción tripartita entre:


1. Los valores y principios medulares, que deben vertebrar un proyecto que se reclame como genuinamente socialista.
2. El programa de ese proyecto, es decir, el tránsito desde el universo de los valores a la agenda concreta de la construcción del socialismo y las políticas públicas requeridas para su implementación.
3. Finalmente, el tema del "sujeto histórico" (o los sujetos) de ese proyecto, y sus características distintivas.


Valores
Se trata de un tema clave, porque un proyecto socialista no puede manifestar la menor ambigüedad axiológica en relación a su crítica intransigente y radical a la sociedad burguesa. A la luz de las experiencias que tuvieron lugar durante la fase "keynesiana" del capitalismo no se puede alimentar la menor ilusión acerca de la capacidad de lograr reformas profundas y sobre todo duraderas en la estructura de este tipo de sociedad. La involución que sufrió a consecuencia de la contrarrevolución neoliberal a partir de los años 1980s demuestra, más allá de toda duda, que los avances que se habían producido en los años de la posguerra -y que dieran lugar a múltiples teorizaciones sobre "el fin de las ideologías", el agotamiento de la lucha de clases, las virtudes de la irrestricta movilidad social ascendente, el triunfo de la democracia liberal, etcétera- estuvieron muy lejos de ser irreversibles.
Esta reversión ha confirmado, una vez más, la extraordinaria resiliencia del capitalismo y su capacidad para retornar a la "normalidad" de su funcionamiento explotador, expoliador y opresivo una vez que se disipan las coyunturas amenazantes que, en los años de la posguerra, le obligaron a hacer pasajeras concesiones a las clases subalternas. Componente estratégico de esa coyuntura fue la amenazante presencia de la Unión Soviética. Y es que a pesar de su doctrina oficial de la "coexistencia pacífica", justamente criticada por el Che en numerosas intervenciones orales y escritas, la sola existencia del ejemplo soviético y posteriormente de la revolución china obligó a las burguesías metropolitanas a aceptar reivindicaciones que antes de 1917 hubieran sido respondidas apelando a los servicios de la gendarmería.
Dicho lo anterior es preciso subrayar que un socialismo renovado de cara al siglo veintiuno no puede quedar reducido a la construcción de una nueva fórmula económica, por más resueltamente anti-capitalista que ésta sea. El Che tenía toda la razón cuando dijo que "el socialismo como fórmula de redistribución de bienes materiales no me interesa." 3 De lo que se trata es de la creación de un hombre y una mujer nuevos, de una nueva cultura y un nuevo tipo de sociedad, caracterizado por la abolición de toda forma de opresión y explotación, el primado de la solidaridad, el fin de la separación entre gobernantes y gobernados y la reconciliación del hombre con la naturaleza.


Proyecto
El apartado anterior analizó, brevemente, la problemática de los valores y destacó la incuestionable superioridad ética del socialismo en relación al capitalismo, tema que no debe olvidarse pese a que muy a menudo se lo deja de lado. Veamos ahora el proyecto y un caso especial: "la planificación central" de la economía, que en el pasado fue interpretada como consustancial con el socialismo y que hoy aparece claramente como producto de una época no existiendo razones irrebatibles para que sea mantenida en el futuro.
Si en el marco del desplome del estado zarista, la Primera Guerra Mundial y la salvaje agresión perpetrada en contra de la joven república soviética la socialización de la economía fue asimilada con la total estatización de las actividades económicas, en la actualidad esa receta no sólo es inadecuada sino, además, contraproducente para la consolidación de un proyecto socialista en las condiciones actuales de la economía mundial.
Si el modelo de la estatización total de la economía fue una necesidad impuesta por determinadas circunstancias esto no significa que deba ser la única alternativa de un proyecto socialista. Y esta conclusión es válida aún si se tiene en cuenta que en su tiempo ese modelo fue altamente exitoso porque hizo posible un formidable desarrollo de las fuerzas productivas y convirtió al país más atrasado de Europa de comienzos del siglo veinte en una gran potencia industrial y militar. Sin embargo, sus logros en una fase de industrialización extensiva no fueron suficientes para responder eficazmente los nuevos desafíos planteados por la tercera revolución industrial, con el desarrollo de la microelectrónica, las telecomunicaciones, la informática y todas las aplicaciones industriales derivadas de estos adelantos científicos y, gradualmente fue perdiendo terreno ante sus rivales capitalistas hasta llegar a su inglorioso derrumbe final, cuando todo el edificio político construido por la primera revolución proletaria de la historia, un acontecimiento extraordinario en la vida de las naciones, se desplomó sin un solo disparo, y ante la increíble indiferencia de la población.
El tema de la magnitud e implicaciones de estos grandes cambios económicos mereció una aguda observación del Comandante Fidel Castro en su discurso del 17 de Noviembre del 2005 en la Universidad de La Habana conmemorando el sexagésimo aniversario de su ingreso a esa casa de estudios. Dijo en esa oportunidad que "somos idiotas si creemos, por ejemplo, que la economía -y que me perdonen las decenas de miles de economistas que hay en el país- es una ciencia exacta y eterna, y que existió desde la época de Adán y Eva. Se pierde todo el sentido dialéctico cuando alguien cree que esa misma economía de hoy es igual a la de hace 50 años, o hace 100 años, o hace 150 años, o es igual a la época de Lenin, o a la época de Carlos Marx. A mil leguas de mi pensamiento el revisionismo, rindo verdadero culto a Marx, a Engels y a Lenin."
Fidel tiene razón: la economía de hoy no es la de hace cincuenta años atrás. No lo son ni el paradigma productivo, ni las modalidades de circulación de las mercancías, ni las características del sistema financiero ni el entrelazamiento mundial del capital y el de éste con los estados de los capitalismos metropolitanos. Por lo tanto, las políticas económicas del socialismo deben necesariamente partir del reconocimiento de esas nuevas realidades. Y, al mismo tiempo, tener la humildad y la sensatez necesarias como para desconfiar de fórmulas librescas, pret a porter, que se presentan como válidas para todo tiempo y lugar para la construcción del socialismo. En esa misma plática a los universitarios Fidel decía que "uno de nuestros mayores errores al principio, y muchas veces a lo largo de la Revolución, fue creer que alguien sabía cómo se construía el socialismo." Lección esta importantísima, no sólo por provenir de quien proviene sino porque desafía la tendencia pertinaz en la izquierda de reducir la construcción del socialismo a la aplicación de una receta, un modelo, una fórmula.


Sujetos
Claramente, en plural. No existe un único sujeto -y mucho menos un único sujeto preconstituido- de la transformación socialista. Si en el capitalismo del siglo diecinueve y comienzos del veinte podía postularse la centralidad excluyente del proletariado industrial, los datos del capitalismo contemporáneo y la historia de las luchas de clases sobre todo en la periferia del sistema demuestran el creciente protagonismo adquirido por masas populares que en el pasado eran tenidas como incapaces de colaborar en la instauración de un proyecto socialista.


Campesinos, indígenas, sectores marginales urbanos eran, en el mejor de los casos, acompañantes en un discreto segundo plano de la presencia estelar de la clase obrera. La historia latinoamericana, desde la Revolución Cubana hasta aquí, ha demostrado que, al menos en los capitalismos periféricos el exclusivismo protagónico del proletariado industrial no fue confirmado por los hechos. Baste recordar la caracterización del "pueblo" hecha por Fidel Castro en La Historia me Absolverá, o el papel de esas masas populares urbanas y rurales en los levantamientos que tuvieron lugar en Bolivia y Ecuador (que se tradujeron posteriormente en las victorias electorales de Evo Morales y Rafael Correa), o el heroísmo de esas masas en la derrota del golpe de estado de Abril del 2002 en contra de la Revolución Bolivariana para apreciar, en toda su magnitud, la multiplicación de los sujetos de la resistencia y oposición al capitalismo.


Para finalizar, no podríamos dejar de examinar esta problemática sin cuestionar la falsa oposición que suele plantearse entre partidos y movimientos sociales. Lamentablemente, en los últimos tiempos esta oposición radical se arraigó muy profundamente en el imaginario de numerosos actores sociales y políticos de América Latina y el Caribe. La consecuencia fue que mientras los partidos políticos de izquierda fueron todos ellos satanizados y considerados sin hacer distingo alguno -y por lo tanto cometiendo una enorme injusticia con algunos que lucharon ejemplarmente contra las dictaduras que asolaron a nuestros países en los años setentas y ochentas- como aparatos burocratizados, desmovilizadores y claudicantes, los movimientos sociales fueron exaltados como excelsas organizaciones inmunes a las deformaciones burocráticas, las ambiguedades, los personalismos y las mezquindades que según esta poco feliz interpretación caracterizarían a los partidos de izquierda de la región. Demás está decir que esta simplificación no resiste el menor análisis y que cualquiera mínimamente informado sobre la realidad sociopolítica de nuestros países sabe que los vicios que se achacan, muchas veces con justa razón, a los partidos también afectan, en mayor o menor medida, a los movimientos sociales. Sus proclamas a favor de la horizontalidad y el "basismo" no siempre encuentran una traducción real en la vida concreta de los mismos y no pocas veces son un discurso divorciado de los hechos. Y las "nuevas formas de hacer política" con que los movimientos sociales muchas veces se presentan en la escena pública para diferenciarse de la vieja politiquería partidaria suelen más pronto que tarde dar lugar a la resurrección de odiosas prácticas que se creían exclusivas de los partidos.


En otras palabras: partidos y movimientos representan dos modos de articular los intereses del campo popular, modos que no son contradictorios sino complementarios entre otras cosas porque juegan en distintos escenarios: los partidos en el marco de las instituciones políticas y los movimientos en el seno de la sociedad civil. Si estos demostraron poseer una potencial capacidad para establecer una conexión más estrecha con su propia base y representar de manera más inmediata sus intereses, adolecen en cambio de una enorme dificultad a la hora de sintetizar la multiplicidad de particularismos que ellos encarnan en una fórmula política y en una estrategia unificada que pueda enfrentar con éxito la estrategia unificada de la burguesía. Tanto los partidos como los movimientos parecen ignorar que ésta jamás apuesta todas sus cartas en un solo escenario sino que continuamente combina tácticas y estrategias que utilizan tanto los canales institucionales (las elecciones y todas las instituciones políticas del estado) como los canales extra-institucionales: la calle, las movilizaciones, la propaganda política, los medios de comunicación de masas, los sabotajes, lock-outs patronales, fuga de capitales, huelga de inversiones, chantajes sobre los gobernantes, etcétera. En una palabra, la burguesía no se enfrenta con los falsos problemas que suelen paralizar al campo popular, esterilizado y desmovilizado en improductivas discusiones acerca de si movimientos sí o movimientos no, o partidos sí o partidos no. Profunda conocedora del poder y sus secretos, la burguesía utiliza todas las armas disponibles en su arsenal haciendo caso omiso de sus características, mientras sus opositores se desangran dirimiendo primacías entre unas y otras y quedando por eso mismo a merced de sus enemigos de clase.

Socialismo del Siglo XXI Socialismo Bolivariano. (Venezuela)


por Yonglys Segundo Villasmil Montero

INTRODUCCIÓN

El socialismo del siglo XXI representa, ante los ojos de la opinión pública nacional y de la opinión pública internacional, la nueva bandera de la segunda administración constitucional del Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías. Una bandera ideológica que a diferencia de muchas otras utilizadas en la historia de naciones democráticas de Europa y Norteamérica, se va construyendo en la medida en que se van presentando las unidades problemáticas de una administración que difícilmente cuenta en su arsenal político con un programa bien acabado de medios y fines históricos, como sí lo presentaba el marxismo del siglo XIX y el marxismoleninismo del siglo XX.

Una de las particularidades que pueden observarse en la construcción del socialismo del siglo XXI venezolano ha sido el funcionamiento y hasta la intensificación de una visión institucional del Estado como una estructura ampliamente influenciada por las relaciones de dependencia financiera con el mercado petrolero internacional y con la distribución de las rentas de la comercialización del petróleo en la sociedad venezolana, y, en el caso de Hugo Chávez, en países geopolíticamente claves del continente, especialmente del Caribe y del Sur de América.

Esta dependencia del funcionamiento de la administración pública nacional de la economía petrolera ha permitido, tras el alza casi continuada de los precios del petróleo experimentada desde principios del año 2001, la creación de unas instituciones estatales que en un primer momento se pensó serían reducidas en su tamaño y que, tras los eventos de Abril de 2002 se han expendido y siguen expandiendo en el presente, al tiempo que se crea y se permite un paralelismo institucional, encargado de manejar las políticas denominadas misiones del gobierno nacional.

Estas han sido causas y al tiempo consecuencias de la actual configuración ideológica de lo que se ha denominado el socialismo del siglo XXI. Estas consecuencias generan tres escenarios probados que pueden encontrarse en la historia reciente de Venezuela:

a) El primero de estos escenarios es la creación de las condiciones de distribución económica suficientes para comparar ambas administraciones del Presidente Chávez con esquemas de distribución populista de los recursos financieros del Estado.
b) El segundo de estos escenarios es la potenciación de las formas demagógicas de hacer política, es decir, de la ampliación de un discurso político basado en la promesa de la construcción de una nueva sociedad, utópica por demás, y la utilización masiva de los medios de comunicación como mecanismo privilegiado de comunicación política entre líder y ciudadanos.
c) El tercer escenario es la construcción constitucionalizada de una democracia participativa y protagónica, opuesta a la democracia liberal representativa y a sus dos elementos fundamentales: El Imperio de La Ley y El Imperio de Los Derechos Individuales Fundamentales de Los Ciudadanos, lo que ha ocasionado la pérdida de una parte importante del peso del Estado de Derecho y el ascenso de un liderazgo plebiscitario que asume la política del control de las masas como un elemento superior al mismo imperio de la Ley, con la consigna populista de siempre “El Pueblo Es El Soberano”.

Este trabajo versará sobre estos tres escenarios, sus consecuencias posibles y las posibilidades de construcción de una democracia socialista supuesta en el proyecto de país del Presidente Hugo Chávez Frías, desde la perspectiva de la teoría de la democracia y de la sociología política contemporánea.

Fuente: http://www.monografias.com/